Hey! Qué haces sola? [Mia]

Habia tenido una reunión a las 5 de la tarde en Sunny de varios temas a tratar como venian siendo el inicio de curso, el programa de la asignatura y también las diferentes actividades que tenía pensado realizar con mis alumnos. Me sorprendía ser de los pocos profesores que ya tenian su programa preparado y no como otros rezagados que ni siquiera lo habian comenzado.

Me monté en mi coche y puse rumbo hacia mi casa. Yo vivía en las afueras de la ciudad, era un barrio de ricos bastante tranquilo de casas individuales con esplendorosos jardines. Me gustaba la calma, y si lo que quería era movimiento pues para eso podía hacer uso de mi coche y estar en la ciudad en tan solo 5 minutos.

Mientras conducía en modo descapotable vi una pequeña silueta caminando casi rendida, llevandose las manos a los ojos y de vez en cuando parándose y mirando hacia todos lados. Mi rostro se tornó en horror cuando vi que era Helen por lo que detuve el coche en ese mismo instante y fui directo hacia ella. Estaba llorando, la pequeña sollozaba nerviosa, asustada y bastante aterrorizada por el mero hecho de estar sola. -Helen ! Princesa ! Qué haces aquí sola?- Dije también con un nudo en el estómago puesto que tenia la sensación de que Helen se habría perdido y posiblemente Mia estaría muriendose en estos mismos instantes buscándola. Estaba relativamente lejos de la ciudad por lo que la pequeña llevaría caminando bastante tiempo, yo diría que más de una hora.

Al verme la pequeña abrio su boca sorprendida pero al mismo tiempo aliviada, aun así no dejaba de llorar, la tomé en brazos y me abrazó con fuerza como si no quisiera soltarme. - Shh, vamos, te voy a llevar con mamá.. vale?- Le di varios besos por su cabecita. La pequeña asintió escondiendo su cabeza en mi hombro y parecía que se iba calmando. Nuevamente me metí al coche con ella dentro y encima de mi, no había forma de que me soltara, y realmente no quería soltarla, esa pequeña me había ganado por completo. Puse camino hacia la ciudad nuevamente y trataría de buscar a Mia en el parque mas concurrido cerca de Sunny.

Apoyando su frente contra la mía fue lo que me permitió mirarle a los ojos y saber que lo que él decía en esos momentos era cierto y que no era un sueño que la vida me estaba proyectando del cual me despertaría en cualquier momento. Su aliento deslizándose por mis labios y chocar contra estos me hacía pensar que era demasiado real para ser un simple sueño. Al igual que la forma en la que me acariciaba...todo me hacía sentir segura y ahora ya más tranquila, aliviada de poder confiar ahora en él plenamente y que él podría confiar en mi para lo que sea que quisiera.

Posé mi mano sobre la suya observando esa radiante sonrisa en sus labios que me incitaba a tambien sonreir de la misma forma. Estaba feliz al igual que yo, y era algo que me emocionaba mucho..la buena reacción de saber que es papá luego de haber dudado por muchas semanas sobre la relación entre Helen Hewitt y él. En un mismo dia Alan se había enterado que tenía una hija...y Helen ahora tenía un papá. Era algo que me hacía cerrar los ojos y querer quedarme allí, en brazos de Alan y poder abrazar a nuestra hija con nosotros, cosa que en esos momentos no estábamos haciendo debido a que ella dormía tranquilamente en una de las habitaciones.

-Tomemoslo con calma...-susurré rozando mi nariz con la suya sin perder el contacto visual-Mi padre aún sería capaz de matarte...paso por paso-susurré abrazándolo-Sería extraño que de un día para otro me mudara contigo...a pesar de yo tambien querer esto-mordí mi labio inferior-A Helen le va a encantar...pero te digo algo-jugueteé con sus dedos-Serás tu quien tendrá que enseñarle a decir papá-y es que Helen con sus dos años y meses de edad no solía hablar mucho y las palabras que decía eran limitadas, pero nunca le había escuchado decir papá. -Le gustas, habla maravillas de ti y hasta dan miedo sus ánimos de ir a Sunnyside todos los días-esto era algo que no se lo había comentado, pero que me parecía curioso y tierno.

Asentí ante las palabras de Mia, me parecía correcto que quisiera ir con calma, me parecía lo más logico y sensato que me dijera que preferia que fueramos despacio respecto al tema de mudarse e incluso sobre nuestra relacion. -No me importaría ir a hablar con tu padre sobre todo lo ocurrido, quizá quiera matarme pero no quiero esconderme ante mis responsabilidades, por tanto cuando quieras puedes organizar un encuentro y yo mismo iré para explicar todo lo ocurrido, él también tendría que saberlo- Susurré cerca de sus labios y observé como mordía su labio inferior provocándome unas increibles ganas de besarla. -Cuando te muerdes el labio inferior me entran ganas de morderlo a mi también- Sururro con picardía y acaricio su mejilla con mi mano derecha despacio sin perder sus ojos de los mios.

Compuse una sonrisa sincera cuando me contó acerca de las ganas de Helen por ir a Sunny todos los dias y también sobre que yo debería enseñarle a llamarme ''papá''. Me había aliviado bastante que Helen no sepa pronunciar esa palabra, porque así me puedo asegurar que a nadie ha llamado papá, y que si algún dia lo hace será a mi a quien se lo diga. -Le enseñaré lo que haga falta, y también en cuanto pueda le explicaremos todo... es pequeña, y la suerte que tenemos ante los niños pequeos es que asimilan rapido todo lo que les dices, se amoldan pronto- Comenté mientras mi mano se desviaba hacia sus labios y me inclinaba para besarla de forma lenta, suave, sintiendo la calidez de su boca sobre la mía al mismo tiempo que mis dedos se enredaban por su pelo tras sujetarla con suavidad por la nuca atrayéndola hacia mi. -Quedaos esta noche- Le susurró sin separar mis labios de los de ella y la miro a los ojos con deseo contenido. No quería que se fueran. En cierto modo tenia miedo que al salir por esa puerta el sueño terminase, como si todavía no hubiera podido asimilar bien todo lo que estaba ocurriendo. - Helen posiblemente dormirá hasta mañana ya que tiene un horario de sueño establecido, y tu y yo podemos tomarnos un descanso después de una tarde-noche tan largas. Preparo unos cocteles estupendos, te atreves a uno + baño en la piscina del jardín? No temas por la ropa de baño, con tu ropa interior será suficiente- - Le digo de forma divertida tras ccomponer una sonrisa torcida y volver a dejar un rapido beso sobre sus labios esperando su respuesta.

Por unos momentos demostré mi descontento ante la idea de que Alan fuese a hablar con mi padre mediante un leve fruncido del ceño y una mirada seria. Pero luego tuve que olvidarme de aquello y asentir con la cabeza recordando que nosotros queríamos hacer las cosas bien y como es debido y una de las formas en las que podríamos dar uno de los primeros pasos era...comentándoselo a mi familia. Y...a la suya claro. -Y um...¿tus padres?-pregunté en voz baja en un leve susurro lo suficientemente cerca de él para que me escuchara con facilidad. No podía evitar estar un poco preocupada ante la idea de la hora de las pláticas y todo ello...pero supuse que ya había llegado la hora y el momento. Alan estaba allí sin negarse ante el hecho de tener una hija de ahora casi tres años de edad conmigo...y se le podía notar mucho más que simplemente feliz.

Entreabrí los labios con un poco de sorpresa ante lo que dijo acerca de qué es lo que le provacaba yo cuando me mordía le labio inferior sin poder contener una ligera sonrisa llena de gracia manteniendo mi mirada conectada a la suya. -A parte de que le va a emocionar la idea...yo creo que se va a acostumbrar rapido. Helen es bastante inteligente y se lleva bastante bien con los demás-susurré contra sus labios luego continuando con el beso que él había empezado, de esos besos que sentía más de una necesitad que emergía desde el fondo de mi ser, acompañando de un leve jugueteo de mis dedos en su revoltoso cabello, uno de los factores físicos a parte de sus ojos y su sonrisa que le hacían irremediablemente atractivo. Escuché su propuesta, lo cual me hizo recordar al instante que era bastante tarde y que ya la noche a esas horas había caido oscureciendo la ciudad. -Pues...-ladeé con la cabeza, ya que él aparentemente tenía toda la razón al decir que Helen dormía ya plácidamente y así sería hasta la mañana siguiente. Y el siguiente comentario sobre la piscina fue lo que logró que un rubor leve se asomara por mis mejillas debido a los recuerdos de aquella noche de verano en laque nos habíams conocido en la fiesta y nos habíamos dado un rico baño en la piscina del dueño de la dichosa fiesta-No veo por qué no-susurré contra suslabios componiendo una sonrisa pequeña dandole otro suave beso.