Caminando por ahí {Andrew

Después de conocer al profesor de historia, recibí una llamada de mi tutor, me dijo que ya nos habia conseguido una casa en la zona residencial de california pero que él viviría en otra parte con su esposa.Tambien me dijo que yo seguiría tomando clases particulares, no me sorprendió al fin y al cabo estaba acostumbrada a recibir educación en casa.
Terminé de hablar con él y me dirige a los juegos recreativos, me quedé observando a unas niñas, de unos 6 años, jugando en la resbaladera fue algo tan bello de ver, hasta creo que se me salió un lágrima.
Seguí caminando y me senté en un columpio, no me importó lo que pensaría alguien si me viera, después de todo nunca me importó los comentarios de la gente.
Mientras me columpiaba, recuerdos de mi infancia junto a mis padres se asomaron por mi mente, tambien recordé mis veranos con mi abuela, era la primera vez en cuatro años que recordaba algo de mi vida en Italia..

Caminaba por el insituto buscando la salida, realmente que no conocía muy bien el lugar, rara vez me encontraba por aquí, pero hoy al no tener nada mejor que hacer me ofrecí para ser yo quien renovara la inscipción de Hanna y Robbie, mi madre pensaba enviár a uno de los criados pero yo insistí. Además de que quería conocer mejor el lugar donde mis hermanos pasan la mayor parte de su tiempo, y hasta ahora el lugar me parecía muy atractivo y mono. Imaginé a mis dos hermanos corriendo por ahí y sonreí, los extrañaba, mi madre había dado su permiso para dejarlos ir unos días a Florida con mis primos a Disney World, acepto que secretamente yo también quería incluirme pero era un viaje destinado a los niños pequeños y decidí no hacer un ridículo frente a mis familiares.

Cuando finalmente encontré una puerta que parecía llevar al exterior me percaté de que conducía al patio, de igual manera decidí salir, un minuto mas en el colegio abandonado y probablemente alucinaría con asesinos seriales dentro del insituto. Llamó mi atención ver a una chica de mi edad sentada en uno de los columpios, era un poco bizarro verla ahí, siendo que el columpio quedaba pequeño respecto a la altura de ella. Al verla mas de cerca me di cuenta de que la conocía, la había visto un par de veces por ahí cuando yo pasaba a recoger a Han y Rob. Me acerque hasta ella. -Me alegra saber que no soy el único con la manía de pasarme el tiempo en juegos infantiles.- Le dije estando ya mas cerca de ella y pude notar que tenía la marca de una lágrima en la mejilla, hice un gesto de desaprocación y tomé lugar en el columpio junto al suyo. -¿Te molesta?- Le pregunté antes de centarme completamente esperando por su reacción, no quería incomodarla pero tampoco podía saber que había estado llorando y no hacer nada, nadie llora solo por que sí, además de que no tenía ningún compromiso mas tarde.

Creo que unas cuantas lágrimas se me salieron al recordar mi infancia, lo cual no era muy normal en ya que siempre trataba de mantener esos recuerdos muy dentro de mí y en mi cara la mayoría del tiempo habia una sonrisa. No sé porque recordé una frase que mi madre siempre me decía cada que me veía llorar: -"Las princesas no lloran", yo era tan ingenua que respondía: -"Entonces yo no lloró, porque soy una princesa", reí suavemente y me sequé unas lágrimas.

Miéntras arrastraba mis botines al columpiarme, lo cual era un tanto díficil ya que yo era notablemente muy grande para éste, sentí que alguien se acercaba a mí así que intenté dejar de columpiarme lo cual fue embarazoso ya que casi me caigo. -Me alegra saber que no soy el único con la manía de pasarme el tiempo en juegos infantiles dijo un chico aparentemente de mi misma edad, o quizas un año mayor a mí, ante aquel comentario se me salió una sonrisa creo que se dio cuenta que habia estado llorando, ya que hizo un gesto extraño y quiso sentarse en el columpio junto al mío.
-Claro que no, adelante - contesté con un tono dulce ya que él fue amable y caballeroso cuando me preguntó si me molestaba. Y en realidad, no me molestaba al contrario, me agradaba ya que al fin iba a hablar con alguien de mi edad.
-Supongo que algun hermano tuyo estudia aquí, ya que sería un tanto extraño que tú estudiarás acá- dije exáminandolo y luego mirándolo a los ojos, los cuales eran muy vivos y muy azules; no, no eran azules eran como grises, ha decir verdad

Me senté con confianza en el columpio después de tener su aprobación aunque claro, no era como si fuera a decirme ''No, lárgate, te prohíbo tomar asiento en los juegos del colegio'', sabía que aunque no estuviera ella muy cómoda con la idea los modales siempre estarían por delante. Lentamente comencé a impulsarme, desde siempre me han gustado los columpios, incluso actualmente tenemos uno en el jardín que fue instalado principalmente para Hanna y Robert, pero aparentemente quién mas le ha dado uso soy yo.

Antes de que el silencio incómodo nos abordara, ella preguntó el porque de mi presencia en el lugar, le sonreí antes de contestarle. -¿Lo dices por que me veo muy joven o por que tengo pinta de nunca haber salido de preescolar?- ''Vaya respuesta torpe Andy...'' me dije mentalmente regañandome, siempre hacía ese tipo de comentarios intentando agradar a la gente, puedo llegar a ser increíblemente torpe socialmente. Aclaré mi garganta antes de dar una respuesta mas coherente . -Lo siento, bromeaba.- Como si hiciera falta aclararlo...

Bien, aquí estaba mi tercer intento antes de continuar quedando como un completo idiota. -Si, tengo dos hermanos pequeños que estudian aquí, viene a renovar la inscripción de ambos. ¿Qué hay de ti?.- Sonreí mentalmente victorioso, por fin había dado una buena respuesta y le estaba dando continuidad al tema. -Soy Andrew por cierto.- Agregué sin intención de ser muy formal y evitándome el clásico apretón de manos, supuse que así sería mejor, para no tener que continuar dirigiéndonos al otro solo por pronombres o incluso evitando los mismos.

Seguía balanceándome en el columpio, lo cual ya resultaba más fácil; él se sentó en el columpio que estaba junto a mí y también empezó a balancearse. Era divertido verlo columpiarse, era divertido ver que ninguno de los dos había "madurado" lo suficiente para dejar de jugar en juegos infantiles.

Ante a aquel comentario suyo no pude evitar soltar una risita, tiene sentido del humor- pensé. No te disculpes, después de todo mi comentario estuvo un tanto de más -. le contesté dulcemente al oirlo disculparse por haber dicho aquello, y en verdad era un poco mi culpa ya que era obvio que él no podía estudiar en Sunnyside.
Este chico me agradaba tenía actitud y sentido del humor, y además era caballeroso, podríamos ser buenos amigos, amigos...eso era lo que necesitaba para poder adaptarme a California. Si él no me dice su nombre, le diré el mío primero o se lo preguntaré, después de todo no creo que se moleste; me comentó que tiene dos hermanos pequeños estudiando aquí estarán en el mismo curso que Ginny -. me pregunté a mi misma.

Finalmente se atrevió a decirme su nombre, Andrew. -Elizabeth, formalmente, pero si quieres me puedes decir Liz-. comenté con una sonrisa- Mi hermanita estudia aquí