Dude.. ¿Where's my car? [Amanda]

No había mejor plan un sabado por la noche que asistir con tu padre a una de las mas caras timbas de poker que se montaban en uno de los casinos mas lujosos de la ciudad, si, divertido verdad? Pues no, no lo es en absoluto. Pero si no tenía de momento nada mas interesante que hacer pues tampoco iba a hacerle ese descaro al pobre viejo DiCottli. El casino se encontraba en una zona playera de bares y diversos pubs donde la gente pierde el control de sus actos y decide olvidar la mierda de semana que han tenido, que posiblemente no se asemejaría a la mia en absoluto.

Acababa de enterarme que era realmente padre de una niña adorable de 3 años a la cual imparto clase en el Sunnyside. Todavía no les habia comentado a mis padres que eran abuelos, posiblemente al principio se pondrían enfurecidos pero despues pensar en la idea de salir con su nieta a pasear, comprarle juguetes y consentirla, sobre todo a mi madre la haría dichosa, adora los niños al igual que yo, mi padre suele mas bien entretenerlos con cualquier cosa antes que ponerse él a dar saltos y jugar con la pelota.

La timba habia finalizado y mi padre habia ganado una gran cantidad de dinero, una pequeña parte sin importancia para su enorme fortuna, le daba igual. -Papá, podemos irnos ya? te juro que esta noche voy a tener pesadillas con las jodidas escaleras reales -le dije algo atosigado por la saturación que tenía en la cabeza de tanto juego- Hijo! Qué dices? -Dijo él con cara de perplejo- Todavía nos queda la ruleta! de aqui no me voy sin que me de un par de números -y sin mediar mas palabras se fue hacia la ruleta, donde allí habian algunos chinos posiblemente intentando averituar su funcionamiento para poder despues sacarle provecho-

Yo, completamente hasta las narices del casino decidí irme del lugar y para mi sorpresa pude divisar que una horrenda y terrible grua estaba llevandose mi coche, eché a correr lo más rapido que pude hasta alcanzar al policía, el cual negó con la cabeza ante mis intenciones, la grua ya habia subido el coche y por tanto tendría que ir al recogerlo al lugar indicado. -Tratad bien mi Mustang!! Vale una fortuna!!! -Dije voceandole al conductor de la grua y me lleve las manos a la cabeza- ¿Y ahora qué? eh? qué? - me preguntaba a mi mismo porque me negaba a entrar al casino y pedirle el coche a mi padre, puesto que preveia que me retendría alli un par de horas mas y no era lo que más me apetecía. Me detuve observando como los grupos de gente iban entrando y saliendo de los pubs y otros estaban tomandose copas en los chiringuitos que lindaban con las playas.

No sabia por donde optar, no pensaba meterme al casino, eso era algo que ya tenia mas que claro, mi padre comenzaria a emocionarse con los numeros y la ruleta, cada vez que se le ponia un numero entre ceja y ceja se obcecaba tanto que hasta que no salia el dichoso él no se iba de ahi, a si que lo dicho antes, posiblemente estaría como 2 o 3 horas mas y despues se iría feliz como una perdiz.

No sabia porque pero de un momento a otro se me encendió la bombilla, oh si alan! eres imbecil, los taxis existen por algo, llamas a un numero y viene uno a por ti sin ninguun tipo de problema, o tambien podría asomarme a la calle y ver si pasaba alguno cerca. Lo dicho, caminé un poco mas adelante para ver si alguno podia servirme de ayuda pero de momento no parecía tener buena suerte esa noche.

Vi a una morena aparcando su coche que me resultaba familiar, no sabia exactamente de que hasta que mi memoria hizo acto de presencia nuevamente. A ella la habia visto alguna vez por el Sunnyside pero no recordaba cuando, lo que no olvidaba era una cara, sabía que habia sido alli donde podría habermela cruzado. La vi acercarse hacia dentro también y decidí entaablar conversación. -nos conocemos de vista, cierto? -dije frunciendo el ceño y sonriendo- alguna mamá? -pregunté curioso-

Observe como la morena estaba un poco incomoda a causa del frio que corria por los alrededores del sitio. No es que fuera un aire helado pero si que era cierto que para el que no llevara algo de manga larga podria helarse poco a poco, por lo que me quité mi americana y se la puse sobre los hombros mientras que pensaba donde podríamos meternos, ya que si entrabamos al casino me tocaría hacer lo imposible por no encontrarme a mi padre.

Me llevé una mano a la cabeza desordenandome el cabello adoptando una cara de circunstancia palpable a la situación. -Me han quitado el coche, pero yo no estoy loco, aqui no habia ninguna señal de ''prohibido estacionar'' -sonreí - seguramente la han puesto cuando yo ya habia estacionado, igualmente eso no importa... se han llevado mi Mustang -no pude evitar componer una espece de puchero en mi rostro ante la situación pero rapidamente retomé mi sonrisa torcida- aquí podemos hacer varias cosas, o gastarnos el dinero dentro del casino cmo buenos jugadores, o emborracharnos en los pubs de alrededor, que idea te tienta más .... (? -intenté llamarla por su nombre pero eeeerror, no lo sabía, por lo que opté mejor en presentarme- Soy Alan DiCottli, profesor de historia del sunny, podiblemente dando clases a tu hermano pequeño Michael! Pero shh! no les digas que me has visto de esta guisa -dije entre risas porque mi apariencia no era exactamente la de un profesor de historia-

Le tendí mi brazo para que se animase a decidirnos por un lugar, aunque se lo habia dejado a su completa elección, seguramente fuera lo que fuera intentariamos pasar un buen rato. Me estaba sorprendiendo la nueva gente que conocía alrededor del ámbito del Sunnyside, todos estaban resultando bastante simpáticos, agradables y sociales y en el caso de esta morena... también bastante atractiva. No podía tener ninguna queja por ahora.