SummerNight || FlashBack [Mia]

El segundo año de carrera, oh dios mio, esto parecia resultarme una autentica locura, como era posible haber pasado de curso con todo aprobado si lo único que habia hecho el primer año era no faltar a ninguna fiesta universitaria en todos los meses lectivos? Era mi dinámica, a veces cuando mi padre se refería a mi que sospechaba que podia tener algun grado de ser una especie de superdotado yo pensaba que le faltaba alguna especie de neurona, ahora sospecho que podría tener razon. Que mi mente poseyera una memoria fotográfica a la hora de estudiar era un aliciente que me ayudaba a sobrellevar mi carrera de una forma espectacular, por eso mismo podia darme ciertos lujos que otros compañeros de curso no. AL menos yo ya habia perdido la cuenta de la cantidad de noches con diferentes alumnas y profesoras que habia pasado, en realidad mi mente no se paraba a pensar si eso podia ser algo bueno o malo, pero yo disfrutaba, tan solo mi parte apetitiva, sabía que la otra carecía de sentimientos serios por nadie.

Este segundo año estaba resultandome como el primero, a medida que se fueron acercando los examenes finales yo mismo comenzaba a sentir ese miedo escénico que se suele tener cuando crees que estas ante la cronica de una muerte anunciada, gran titulo de Gabriel García Márquez para la situación de mi vida en aquel momento. Pero parecía nuevamente estar la suerte de mi lado, habia aprobado 5 asignaturas mediante buenos trabajos teóricos y las 5 restantes con examenes que como minimo poseian un notable y algunos incluso matrícula de honor.

Habia que celebrarlo de alguna manera, que mejor forma que la fiesta de uno de los hijos del Decano de la universidad, aquellos a los que los bolsillos les explotan a causa del dinero que pueden llegar a tener y que ellos mismos desconocen. Ese chico habia alquilado un complejo hotelero que semblaba una especie de mansion, era su fiesta ''fin de examenes'' en pleno verano y con un ambiente que preveía ser inmejorable. Posiblemente acudirian cientos de personas de diferentes carreras, amigos de amigos de amigos de amigos... etc, lo que siempre suele pasar, todo el mundo está invitado. Era la fiesta del año para muchos, algunos deseaban que todo acabara para poder disfrutarla y yo era uno de ellos.

El lugar era espectacular, la noche tenia una temperatura ambiente ideal, semblaba perfecta, la luna llena, el cesped humedo, la piscina intacta y la decoración inmejorable. Nadie podría tener queja alguna sin ninguna duda. Una vez llegué alli pude divisar al anfitrión y me acerqué a él que ya estaba mirandome y esperandome con una botella de cava en la mano, tal vez podría costar un ojo de la cara, pero eso a él era lo que menos le importaba. - Alan, Colega! Toma Toma! -Dijo tendiendome la botella de cava de primeras y continuó- Estoy seguro que seras el primero en saltar a la piscina con ella, y posiblemente tras saltar tú vayan a posteriori todas las féminas que aqui se encuentran, ya me han preguntado mas de 30 por tu presencia amigo, no las defraudes porque te mataré -sus palabras incluso sonaban amenazadoras, pero nada mas lejos que un amigo que esperaba que yo animara aquel enjambre de mujeres desesperadas- No te preocupes -Le dije tomando la botella- pero dejame que pueda pasear un poquito por aqui y ya veo lo que hago vale? Don't worry my friend, be happy! -dije alzando la botella y comenzando a pasear por alli, cada vez llegaba mas gente y el lugar se iba animando de forma arrasadora.

Asi pasaron varios minutos, en los que ya me habia dado tiempo a recorrerme la zona del jardín unas cuantas veces, era de extrañar que ninguna chica de las alli presentes me hubiera llamado todavía la atención, y no seria por falta de mujeres, pero si la cosa continuaba así nuevamente iba a hacer las cosas sin ganas, por rutina y no por deseo, asi las situaciones perdian la emocion pero a eso ya me habia acostumbrado ultimamente, me apoyé sobre una de las blancas columnas intentando esquivar a aquellas chicas que ya estaban buscando beneficiarse de mi y de mis habilidades, ahora no me apetecia y las despedia con un ''luego nos vemos'' algo que posiblemente no iba a suceder.

Apoyado en aquella columna y alejado del mundanal ruido me planteaba si esa noche me la pensaba tomar de una forma tranquila o por el contrario iba a dar rienda suelta a mis impulsos para causar estragos como solía hacer cada fin de semana. Pero aquella pintaba una noche diferente, la luna llena inundaba de luz el lugar. Pasé mi mano por mi cuello apartandome la camisa de la cual llevaba los dos primeros botones desabrochados, porque basicamente siempre me era imposible poderme abrochar aquello sin que la camisa estallara.

Algo interfirió en mi calma de aquel momento, era la presencia de una morena que se habia acercado a la piscina observando durante un rato la catarata y las luces de colores que emanaban de la misma.
La chica poseia una larga melena castaña y un cuerpo bastante definido, diria que perfecto. A pesar de tenerla de espaldas mi cuerpo ya me pedía ir y hablarle, tenia un aire especial.

Se sentó en el borde de la piscina bajo mi atenta mirada, todavía no se habia percatado de mi presencia hasta que de un momento a otro se giró, mis ojos se encontraron con los suyos y de sus labios salió un timido 'Hola?' algo dubitativo, lo que provoco que inconscientemente compusiera una media sonrisa. Aquella chica parecia inocente, no se asemejaba en nada al resto de mujeres que estaban en aquel momento en la fiesta, invadiendo sus cuerpos con sustancias nocivas a parte del alcohol, que desde mi punto de vista era la droga más blanda.

Me acerqué aun con la botella de cava en mano a la morena y me senté a su lado, esperaba que no le incomodara mucho mi presencia. -Qué haces por aquí tan sola? -Pregunté curioso mientras le tendía mi mano- Soy Alan DiCottli, y a pesar de tener una botella fresca del mejor cava en la mano, todavía no lo he probado -sonreí a la morena - espero que no te moleste que me haya sentado, estaba agobiandome un poco ahi donde esta todo el mundo y me ha parecido que tu también

La chica era preciosa, tenia unos ojos castaños que me habian cautivado desde el primer momento que me habia cruzado con ellos. Su pelo jugueteaba al son del viento y le daban un aire de inocencia que me estaba dejando anonadado. Jamás una chica me habia dado estas primeras sensaciones, tal vez porque las demás se les veian las claras intenciones desde un primer momento, esta chica parecia demasiado buena para ser real. -Tienes unos ojos preciosos -murmuré ladeando la cabeza como si pudiera perderme en ellos-

Me dijo que siempre era bueno un poco de compañia, pues si, y mas si la compañia resultaba ser de una manera tan sana como ella aparentaba serlo. No parecía haber bebido nada puesto que puedo diferenciar cuando alguien va un poco bebido o simplemente se ha tomado unas copas, pero esta morena no parecía haber consumido ni siquiera una pizca de alcohol.

Mia Hewitt.. -dije despacio y casi entre susurros pronunciando su nombre mientras mis ojos le hacían un breve analisis bastante disimulado, no podía evitarlo, era algo que me salia inconscientemente- Tienes razon, nunca viene mal un poco de compañía y casualidad que conozco a la gran mayoría de gente que viene a esta fiesta, en cambio a ti no te habia visto nunca...

Me pase una mano por la frente apartandome el pelo que a causa de la suave brisa estaba removiendome un poco el flequillo aquel que siempre solia ir hacia el lado que le daba la gana. En mi otra mano todavía portaba aquella botella de cava que tendría que abrir de un momento a otro, el cava era inofensivo a pesar de que tuviera un efecto rápido. -¿Te animas? -Dije abriendo la botella de cava y dandole un buen trago para despues tendersela a ella, estaba fresquita y venia de perlas- Así mientras nos vamos contando cosas, no me apetece mezclarme en esa fiesta, hoy no quiero acabar mal parado... prefiero seguir aquí contigo... -la miré pero esta vez de una forma mas intensa si cabía-

Me recosté un poco mas sobre el cesped humedo al borde de aquella piscina tan apetecible, no habia nadie vagando por aquellos lugares y eso se agradecía, podría aparecerse el típico borracho de turno para unirse a la reunion privada y eso no me causaría ningun tipo de gracia. -yo estoy estudiando magisterio infantil, no es aburrido, pensaba que si pero no, despues de haber sacado una buena nota en el selectivo mas me valía tomar alguna carrera que requirieese una puntuación alta -alcé una ceja y puse cara de circunstancia- aun no me imagino impartiendo clase a niños... me imaginas? los niños y yo? - eché hacia atras la cabeza sin contener una gran risotada bien agusto - y tú? en que enfocas tu vida Mia?

Espera Alan, desde cuando te ineresa a ti la vida de los demás? Qué pasa contigo dude? Seguramente será el cava que te esta afectando a la cabeza, oh si, pero en ese momento mis ojos no veian otra cosa que a la hermosa de Mia con esa sonrisa tan perfecta que me estaban nublando por completo, no sabia si era su sonrisa o ya eran los efectos de esta bebida tan inocente pero efectiva.

Esta era una chica inteligente, planeaba estudiar medicina, oh my God! Medicina, de tan solo pensarlo me daba miedo! Realmente no sabía cuanto esfuerzo se necesitaba para seguir adelante una carrera así pero estaba claro que muchísimo, siempre se ha dicho, Derecho y Medicina son infiernos de los que si logras salir airoso... tendrás un gran porvenir! Y yo precisamente no estaba en ninguno de aquellos dos, tan solo en una carrera bastante amena en la que intentaría expresar mis conocimientos a esos pequeños que quieren aprender.

-Si finalmente te decantas por pediatría te recomendaré a mis pequeños monstruos- Dije casi entre risas y tomando la botella de cava bebiendo despacio pero poco a poco iba bajando el nivel, no es que quisiera emborracharme, sino que aquella noche era perfecta, y que mejor que acompañarla con algo fresco y dulce, aunque no tan dulce como la chica que me acompañaba.

Cuanto pudo pasar? Una? Dos horas? Ya no lo recordaba, Pero el tiempo parecía pasar a contrarreloj , como si tuviera prisa por llegar al fin de la noche, pero eso era algo que yo no estaba dispuesto a permitir. Casi habiamos acabado con la botella de cava y me puse de pie tendiendole la mano a Mia. -Vamos a darnos un baño, eh? Hay que rebajar esta sensación de alcohol en la mente, c'mon Mia! - Le sonreí y mientras que estaba esperando que tomara mi mano para levantarse comencé a bailar haciendo un poco el 'payaso' realmente al son de la musica que sonaba al fondo. -No me digas que no tienes bikini, no es necesario, yo tampoco tengo bikini, y dudo que me quedase muy bien la verdad, algun dia lo probaré.-

Que nos tenia deparada aquella noche? Realmente me semblaba como si fuera algo diferente, pensé durante nuestra animada conversación que no se asemejaba para nada a las que habia tenido estos últimos años atrás, en parte fue como si me hubiera servido para tranquilizarme, como si hubiese dejado de lado esa locura que tanto me caracterizaba.

No sabía porque, pero llegado el momento en mi futuro de tener una pareja estable, sentia la necesidad de que fuera alguien como ella, se la veia tan normal, tan tranquila, me transmitia paz y dulzura y eso podía ser algo fundamental para mi, alguien tendría que sanar la locura que a mi tanto me caracteriza, sería como si se equilibrara conmigo. Por momentos sonreí y negué con la cabeza, era increible hacia donde mi mente llegaba a divagar, demasiado increible para ser cierto.

Vi en la mirada de mia bastantes ganas de pasar un rato sano y divertido, no parecía haberse retraido en absoluto con mi propuesta, esperaba eso, que me diera la afirmativa, no sabia que era lo que podría causar este baño o lo que no, tan solo sabía que queria divertirme con ella, reirme y poder pasar el mayor tiempo posible con ella.

Me tendió la mano para poder tomarse de la mia y lo primero que hice fue lanzar la botella de cava a la piscina, ya que me impedia hacer lo que tenia pensado, que no era nada mas ni nada menos que echarme a Mia a la espalda y acto seguido lanzarme a la piscina sin ni siquiera darle tiempo a pronunciar palabra, ambos caimos al agua en cuestion de segundos.

Ni me habia parado a pensar que llevaba dentro de mis bolsillos mi iphone, mis llaves, incluso ni reparé en quitarme la camisa, igualmente no pude evitar comenzar a reirme mientras tomaba en brazos a Mia para sacarla a la superficie y que así ella pudiera sostenerse agarrandose a mi, mientras mis manos rodeaban su cintura, sintiendo el tacto de su fino vestido ciñiendose a su tersa piel.

No esta tan mal no? Creo que se me están aclarando las ideas ahora mismo... o nublando, no se realmente que es lo que se me esta pasando por la mente -sonreí ampliamente y le aparté a Mia el pelo mojado hacia un lado, para que no le fuera incomodo tenerlo sobre el rostro-

Sin pretenderlo ni buscarlo mi cuerpo estaba reaccionando de una forma rara, era como si yo mismo me sintiera algo inquieto por tener a Mia de esa forma, como si ella consiguiera ponerme algo mas alterado que de lo que normalmente solía ponerme con una mujer, quizá sería que ella no me despertaba esas mismas sensaciones sino otras muy distintas. No iba a mentirme, sentía una profunda necesidad de besarla, quería saber que emociones podría hacerme nacer en ese momento, si no era porque la estaba respetando en esos momentos y esperaba ver su ahora posterior reacción, tal vez con otra me habría avalanzado sobre ella de forma salvaje, pero no, en mi mente no estaban esas maneras ahora. -Te sientes con menos calor? -le pregunté mirandola a esos ojos que brillaban más que la mismisima luna.

Mi cabeza no dejaba de repetirme que esta noche era diferente, era una noche cmpletamente distinta a las que llevaba viviendo ese verano, o principio de verano puesto que no habiamos hecho más que terminar examenes. Por fin esos jodidos examenes estaban finiquitados. Pero... ¿Qué ocurriría despues de esta noche? ¿Volvería a verla? Tal vez me dejase caer algun que otro dia por la zona de matriculación en medicina, podría encontrarmela por allí? Oh joder! Ni siquiera habiamos estado tan solo un dia entero juntos y ya estaba pensando en volver a encontrarmela, si, esto estaba resultandome bastante extraño.

El agua si debiera de estar fria yo no lo estaba notando en absoluto, tal vez al principio con la primera impresión pero ahora mismo era como si hubiera adoptado un grado a temperatura ambiente, o incluso la podía notar tibia, a no ser que el que estuviera un poco alterado fuera mi cuerpo y no el agua.
Mis manos seguian rodeando la cintura de Mia, no quería soltarla, me habia percatad un poco que quizá no dominase todavía el arte de la natación debido a su forma de sentirse insegura hasta que yo la habia sujetado.

No pude evitar quedarme bastante bloqueado al estar durante un rato mirandola, inconscientemente en mi rostro se dibuajaba una sonrisa entre picarona y tierna, era una mezcla rara que ni yo mismo podría catalogar. Los ojos le brillaban, parecía estar contenta, aunque algo extraña pero no me daba la sensación de que estuviera sintiendose incomoda. La tenía cerca, muy cerca, demasiado quizá para poder controlar esos impulsos que estaban a punto de nacerme.

-No nos van a reñir por tirar la botella a esta piscina, posiblemente la piscina de la parte de delante esté completamente llena de cristales, mi querido amigo tendrá que hacer una gran limpieza despues de todo esto, con suerte sus padres hasta dentro de dos meses no vuelven- Comencé a movernos a ambos dejando que la espalda de Mia pudiera apoyarse sobre la pared de la piscina mientras que mi cuerpo seguia completamente pegado al de ella.

Tenía ganas de besarla, tenia ganas de quizá poder darle un beso diferente, no a los que estoy acostumbrado, no me apetecía comportarme de forma irrespetuosa. Para mi los besos habian carecido de importancia, me daba lo mismo darlos que no darlos, pero en este caso sentía la necesidad, y no era por aprovecharme de ella. Vacilé si acercarme un poco más o no, mi jodido problema era que no queria que se sintiera incomoda o que yo quisiera propasarme, no era mi intención, pero soy un hombre decidido que hace lo que quiere, y en esos momentos la queria a ella.

Estas bien?- Pregunté con total naturalidad mientras mi frente se pegaba a la de ella y la punta de mi nariz rozaba la suya. Podía sentir su olor, dulce, muy dulce, una de mis manos se deslizó por su mejilla hasta llegar al contorno de sus labios el cual acaricié despacio para despues colocar la misma mano sobre su nuca. Me incliné un poco, rozándo mi boca con la suya, un pequeño escalofrío se apoderó de mi cuerpo de pies a cabeza sin poderlo evitar y la besé, comenzó siendo un beso extraño en mi, y era extraño porque la estaba besando con inocencia, como si yo fuera un chico que jamás habia roto un plato, mi lengua se abrio paso hacia el interior de su boca buscando la suya, con cierta ternura y una poca de desesperación, recorrí cada centrimetro de su boca de forma pasional mientras todavía la aferraba a mi con mas fuerza, nuestros cuerpos estaban completamente pegados el uno al otro, no queria que me rechazara, intentaba hacerla sentir segura, hacerla sentir bien.

Oh, a este paso tendría que pedirle de favor a mi hermano mayor que me hiciera el favor de pasarnos recogiendo a Juls y a mi a la fiesta. A lo mejor por alguna coincidencia de la vida, Alan era amigo o conocía a mi hermano mayor
A lo mejor era amigo de Alan, le calculaba masomenos su edad, pero rayos! ¿Que hago pensando en cómo irme luego de la fiesta, si la diversión recién había empezado?
Me mantuve abrazándolo o mas bien aferrándome como pude. El frio iba desapareciendo poco a poco gracias a la cercanía que teníamos ambos y lo juntos que se encontraban nuestros cuerpos, la temperatura corporal que ambos emanábamos...una bastante subida de por si. Sonreí y no pude contener una pequeña risa al escucharle.
Algo era cierto: aquí afuera junto a él, podríamos estarnos divirtiendo de una mejor forma que todas aquellas personas allí adentro. Imaginarme a la piscina de la parte delantera con cristales rotos por todas partes y personas me hizo pensar que no me arrepentía de estar aqui con él.
-Hemos escogido el lugar más silencioso y perfecto para estar-dije en un susurro alzándome de hombros de manera que tomé un poco de más impulso para mantenerme a flote. Sentí mi espalda contra el borde de la piscina, pero me mantuve pegada a él por que sinceramente no quería separarme y sentía la pequeña e irremediable necesidad de tenerlo junto a mi. No sabía en qué momento fue en el que me quedé observandolo a los ojos bastante hipnitizada en aquellas par de perlas azules. Tragué saliva sin alejar mi rostro de él, moviendo mis piernas en el agua...las cuales rozaban con suavidad las suyas, o mas bien con su pantalón empapado.

Aquellas sonrisas que aparecían en sus labios me hacían soltar suspiros que solo ambos podíamos escuchar. No me importaba estar allí con él ya que las personas se limitaban a bailar, emborracharse y hacer de las suyas dentro de la casa. Fruncí los labios al sentir una corriente de aire, algo que hizo que temblase un poco y me pegara más {si era posible} a él. Escuché su pregunta y asentí lentamente, disfrutando de aquella suavidad de ese roce de su nariz y frente con la mía.
Le dediqué una blanca sonrisa, una sonrisa en forma de agradecimiento de hacerme sentir por unos momentos bien...por que me sentía bien a su lado, a pesar de estar empapados de pies a cabeza. Apenas se inclinó, supe aquello que vendría despues. Hubo algo que me impedía alejarme de él y cuando sentí sus labios sobre los míos, sentí un pequeño escalofrío que no provenía por el hecho de sentir un poco de frío...no, sentí otra cosa. Pasé mis brazos por su cintura, justo como el lo estaba haciendo conmigo... y devolviéndole aquel beso que él había empezado.

Un beso que de poco en poco trajo pasión, nuestras lenguas se encontraron y aquello me produjo una sensación que definitivamente nunca había sentido antes. No, no quería que el momento acabase...y menos que dejara de darme aquel beso. Mis piernas reaccionaron tambien y se deslizaron suavemente por las suyas, alzándome un poco y rodeándole con ellas. Sí, el estaba haciendo que sacase a relucir una parte que ni yo conocía de mi.

Estaba perdido, definitiva y completamente perdido. Me acababa de perder ahora mismo en un millon de besos. Me habia perdido en el mismo momento en que mis labios habian rozado los de Mia. Gustandome ver como la chica accedía a la situación, haciendome sentir bien ya que podia sentir que no la estaba incomodando puesto que esa no era mi intencion ni tan siquiera por asomo.

Me apetecía hacerla sentir especial, me apetecía tratarla como no habia tratado a ninguna mujer desde hacia mucho tiempo, tanto que ya ni recuerdo si traté con delicadeza o no a alguna mujer cosa que no quitaba que supiera hacerlo. Si yo me lo proponía podia ser el hombre mas atento, cariñoso y tierno que pisara la tierra, sin poder evitar sacar esa parte pasional/salvaje que siempre venia conmigo, esa no podia evitarla, salía sola en los momentos oportunos.

La piscina en la que nos encontrabamos simulaba una pequeña playa, el nivel del agua descendia conforme uno se acercaba a la orilla. Todavía no me había propuesto salir de alli, tan solo mi mente se preocupaba besarla como jamás la habrían besado en su vida, de que mis manos llenaran de caricias sus piernas y su espalda, de que mi lengua pasara con suavidad por cada rincon de su boca y de su cuello. Comencé deslizarme por el agua hasta que mis pies tocaron suelo, aun seguía con Mia sujeta a mi y sin soltarla sali de allí, sentí que comenzaba a hacer frio y que ella podría notarlo. Sus piernas seguian alrededor de mi cintura y mis brazos la sujetaban, por ello pude caminar sin ningun problema y eso si, sin dejar de besarla ni un solo momento. A nuestro lado se encontraba la casa de la piscina, que lindaba con la mansión de mi colega, esa casa estaba vacía y supuse que ahi habrían toallas donde poder secar a Mia. Ambos entramos dentro sin dificultad, ella sobre mi, besandome mientras cerraba la puerta empujandola con el pie, pero y yo caminando a ciegas, por lo que sin preveerlo caimos, yo sobre ella, en un sofá blanco bastante blandito y cómodo, lo que provocó que comenzase a reirme mientras le apartaba el cabello mojado y le llenaba de besos la cara.

Alcé la cabeza para poder mirarla y que me mirara, dentro de aquella casa habia alguna que otra vela encendida, lo que daba un ambiente tenue bastante romántico que era de agradecer, el salon de aspecto moderno con vistas a la piscina muy relajantes. Tomaría nota para mi futura casa. -Creo que necesitas una toalla urgente, crees que puedas esperarme mientras la busco? O nada mas salir de encima tuya huirás y no te volveré a ver?- Mi tono de voz apenas era entre susurros y cerca de su oido, no queria que se fuera, podría pasarme toda la noche tratandola como a una princesa. -Quiero quedarme aqui contigo- Dije de una forma tierna, sin que pudiera mal interpretarse, y sin que pudiera sonar obsceno.

Me detuve al menos varios minutos en silencio, mientras mis manos se deslizaban por las piernas de Mia, de una forma lenta, pausada y suave, poseia unas piernas verdaderamente preciosas, como si a proposito las hubieran hecho para ser perfectas. Mis dedos se deslizaban entre su piel humeda debido a que el vestido que portaba estaba completamente empapado y adherido al cuerpo, lo que me producia bastante incomodidad a la hora de poder acariciarla.

Con sumo cuidado y muy despacio deslicé la cremayera de dicho vestido y con delicadeza pude finalmente quitarselo, no sabía donde dejarlo para que perdiera humedad a si que me levanté del sofá con vestido en mano y lo dejé colgado sobre el perchero para que al menos se escurriera un poco, y lo mismo hice con mi camisa. Me la desabroché casi de forma automatica colgándola en el mismo lugar, para despues girarme y observar esta vez si, con total atención a Mia recostada sobre aquel sofá blanco en ropa interior.

Mis labios volvieron a curvarse en una sonrisa a cada paso que daba hacia ella, inclinandome de nuevo en aquel sofá blanco para caerle encima sin dejarle todo mi peso obviamente. La yema de uno de mis dedos se deslizó por sus labios a modo de caricia mientras un pequeño 'shhh' salia de los mios con mirada traviesa. -No tengo pinta de acosador verdad? Y tampoco tengo imagen de pervertido, o si? ... Ah por cierto.. -dije comenzando a realizar un camino de besos desde su cuello, pasando por su escote hasta su tripa, uno tras otro, sin descanso, mimándola como si lo unico que pudiera hacer fuera eso- Ese lazo rosita que emana de esa costura en tus braguitas me está volviendo loco... - tras soltar una pequeña risa lo mordí tirando levemente de él y despues soltandolo con gracia.

Mi mirada paseó por todo su cuerpo hasta encontrarse con sus ojos nuevamente, aquellos que me habian dejado ciego toda la noche, aquellos que me impedian ver más allá en aquella fiesta y que habian provocado que yo ahora mismo estuviera ahi, en aquella casa de la Piscina, en aquel sofá y disfrutando de aquel momento que parecia estar siendo tan diferente al resto que ni yo mismo lo asimilaba con certeza.

Me avalancé nuevamente sobre sus labios besandolos con pasion, besandolos con gana y con ternura contenida, mi lengua recorria hasta el ultimo rincon de su boca como si fuera un niño disfrutando de un deseado caramelo al mismo tiempo que mis manos paseaban por su cintura, sintiendo mi torso desnudo sobre el de ella, también húmedos ambos, pero ya no por el baño en la piscina, sino por la alteración de hormonas que se me estaba produciendo en ese mismo momento.

Deslicé mi lengua por su cuello mientras sentia como mi respiración se aceleraba y mi aliento se entrecortaba, tenia todo el cuerpo excitado y mis ganas de que ella fuera mia podian conmigo mismo. Pero no era similar a las demás, esta vez me apetecía, yo sentia que queria y que posiblemente no sería la unica vez que fuera a cruzarme con ella, tenía bastante claro que propiciaría algun encuentro más adelante, para que no se sintiera quizá agobiada por mi parte, pero en estos momentos solo me preocupaba el aquí y el ahora, pero siempre que ella no quisiera nada más yo no iba a obligarla. -Cuando quieras parar... solo dímelo, no tengas miedo.- Mi voz sonó como un pequeño susurro sobre sus labios.

Todo estaba resultandome demasiado extraño, no es que fuera una situación fuera de lo común, pero conociendome como yo mismo me conocía sabia que si hubiera sido otra mujer posiblemente ya habría terminado de acostarme con ella, cuando el sexo se hace tan solo por placer es rápido, puesto que al menos yo no me preocupo de complacer tanto a mi pareja de esa noche. Por eso estaba sorprendiendome a mi mismo, sin quererlo me reconocía que esa chica me habia tocado hondo tan solo conociendola unas pocas horas, me importaba como ella pudiera sentirse conmigo.

La habitación comenzaba a caldearse, a pesar de ser de un tamaño considerable los cristales se empañaban levemente a causa del calor que desprendian nuestros cuerpos, incluso podría afirmar que el ambiente pintaba romántico, algo que ultimamente quedaba muy fuera de mis alcances puesto que hacia años que no pasaba una noche romántica y mas aun con estas condiciones.

Mia parecia estar tranquila, pero sobre todo parecía estar segura de lo que queria hacer conmigo, no la noté oponer resistencia, es mas, me pidio encarecidamente que no parara algo que me hizo sentirme realmente más tranquilo. PUesto que me daba pie a que yo pudiera dejar volar mis impulsos para hacerla pasar una noche inolvidable si es que ya no había comenzado a serlo.

Mis manos subian por sus piernas húmedas tratandolas con delicadeza, elevadome hacia su cintura y por último alcanzando su sujetador para desabrocharselo con agilidad sin poder evitar lanzarlo quizá a la parte mas lejana de la habitación. Volviendo a deslizar mi lengua por su cuello seguidamente lo hice por sus senos, de forma suave, de tal forma que yo mismo sentía como se le erizaba la piel con cada una de mis caricias. Aun así continué durante unos segundos mas hasta que nuevamente me elevé para volver a besarla, extraña necesidad que sentía sin explicación alguna, solo sentía que tenía que besarla.

Sabía que esto acarrearía consecuencias, comenzaba a notar la erección de mi miembro de una forma descomunal, pero eso era lo de menos extrañar, cualquier hombre en mi situación ya hubiera explotado, ni yo mismo entendía el esfuerzo que estaba haciendo por seguir queriendo darle placer y no pasar al plato fuerte.

Mientras la besaba mis manos se deslizaron por sus caderas hasta llegar a la parte inferior de su ropa interior, la cual retiré despacio para que me dejara via libre para poder seguir haciendo todo lo que estaba en mi mente y que por supuesto continuaría sin durar siempre que ella se sintiera cómoda. No sabía las preferencias de Mia respecto al sexo pero podia decirse que sabría hacerla sentirse bien, o eso esperaba.

Descendí por su cuerpo hasta llegar a su zona más intima no sin antes mirarla a los ojos con una sonrisa pícarona y con toda intención de que supiera que era lo que pretendía. Mis manos se pararon en sus caderas. Comencé bordeando con mi lengua sus ingles para despues dirigirme hacia su zona genital en la cual puse especial empeño y dedicacion, presionando con mi lengua sobre su clítoris realizando trazados en círculo sintiendo como la humedad de su zona aumentaba a un ritmo sorprendente al mismo tiempo que notaba los musculos de su abdomen tensarse debido a las hormonas, aun así continué, cuando ella estuviera lista sabría detenerme.